LAGOS ANDINOS IV: VILLA LA ANGOSTURA

Villa La Angostura es una localidad a 82 km al noroeste de Bariloche (aquí), con la que comparte paisaje y ecosistema. Destaca por sus hermosos jardines y por estar en la intersección de las rutas que conducen a Chile, a través del Paso Cardenal Antonio Samoré, a 42 km al oeste, y a San Martín de los Andes (aquí), otra encantadora localidad, a unos 100 km al norte.

Mi primer contacto con Villa La Angostura fue en el lejano año 1987 (foto al lado), una breve parada en un viaje en autobús a Santiago, del que ya les he hablado aquí. Fue la primera vez que vi nieve, ¡y mucha! A pesar de la breve estancia, me enamoré a primera vista de ese pueblito y sentí el deseo de volver. Esto volvió a ocurrir, y también rápidamente, en 1995, cuando yo, Dilma (foto abajo), mi pareja de entonces, y nuestros amigos Marina y Óscar hicimos una parada en el camino de Bariloche a Osorno.

La tercera vez fue veintiún años después, en 2016. Debido a la distancia entre Bariloche y Villa La Angostura, y al pequeño tamaño de su centro urbano, en lugar de quedarnos allí preferimos un viaje corto en coche (de lo cual nos arrepentimos, pensando que habría valido la pena quedarse al menos un día más). El paisaje que rodea este pueblo es impresionante, hay docenas de restaurantes para todos los gustos y presupuestos, hermosos jardines y una gran variedad de objetos de artesanos locales.

Fue la primera vez que pude recorrer las calles de la ciudad, ver algunas de sus atracciones, admirar sus hermosos jardines y confirmar las buenas impresiones de los dos viajes anteriores, tan breves, de hace muchos años y con tantos intervalos entre ellos. El viaje de ida y vuelta me dio la certeza de que, en cuanto pudiera, debíamos regresar a disfrutar de Villa Angostura unos días más.

Tan pronto como regresé de viaje en 2016, empezé a planificar mi regreso, intentando convencerme de que prestara más atención a las ciudades donde había estado poco tiempo, entre ellas, principalmente Pucón (de la que hablaré en otra publicación ) y Angostura. Y así lo hice. Regresé en enero del año siguiente, esta vez para quedar allí cuatro días.

Alquilé una casa a través de Airbnb en la calle Huiliches (abajo), a unos 15 minutos a pie del centro, una ruta que podía recorrer sin dificultad. Aun así, si quería, había una línea de autobús que me dejaba muy cerca de la casa.

Si amas la naturaleza, los paisajes de postal, las flores, la tranquilidad, la seguridad y la buena comida, Villa La Angostura merece una visita. Es un pequeño pueblo lleno de encanto que se encuentra en la intersección de otros destinos igualmente encantadores de la región de los Lagos Andinos, como Bariloche, la estrella más importante, San Martín de los Andes (Argentina) y Pucón y Puerto Varas (Chile).

El centro de la ciudad es bastante pequeño y está aislado por la omnipresente Ruta Nacional 40. Aquí se encuentran la mayoría de los restaurantes, bares y tiendas. Vale la pena caminar tranquilamente por todo el tramo de carretera que atraviesa la ciudad, degustando los sabores y seleccionando los souvenirs. Por cierto, como el centro no es muy grande, es posible dar buenos paseos por las calles adyacentes a la RN 40.

Biblioteca popular en Plaza Pioneros

Terminal de autobuses

Jardín del Ayuntamiento

Entrada al Restaurante Los Amigos del Lado Sur, en la Calle Los Taiques

Jardín frente al Kiosko Quiyen

Sería agotador seguir publicando mis fotos, ya que no es nada fácil hacer una selección honesta de las bellezas de Villa La Angostura. Pero debo hablar de las dos pequeñas joyas que elegí para cerrar este panel de la ciudad: las vecinas Bahía Brava y Bahía Mansa. Quien vaya en verano y quiera darse un baño en las frías aguas del lago Nahuel Huapi, o quien simplemente busque fotos para dar envidia a sus amigos, no se las puede perder. Ambas se encuentran a la entrada de la península de Quetrihue, donde se encuentra el Bosque de Arrayanes, perteneciente al Parque Nacional Los Arrayanes, que también se puede visitar en barco desde Bariloche.

Bahía Brava es una pequeña bahía con forma de herradura al noroeste, al inicio de la península, frente a Chile, y Bahía Mansa se encuentra al otro lado, al sureste, frente a Bahía San Patricio, ambas en el lago Nahuel Huapi. Estas dos bahías por sí solas merecen la visita y una estancia de unos días en Villa La Angostura. Además, hay un hermoso parque público lleno de bares, restaurantes y tiendas de artesanía, además de espacio y atracciones para niños, si viajas en familia. Les dejo algunas fotos para que sepan más.

BAHÍA BRAVA

BAHÍA MANSA

PARQUE PÚBLICO Y FERIA DE ARTESANÍA

Hay varios sitios donde puedes ver más fotos, videos y obtener más consejos sobre esta encantadora ciudad. Aquí te dejo la sugerencia del blog Volto Logo , que tiene muy buenos consejos. Pero, en fin, si planeas ir a Bariloche o recorrer la ruta de los Lagos Andinos, no te pierdas esta pequeña joya llamada Villa La Angostura.